Uno de los principales problemas que tienen los hornos de barro de fuego continuo, es la aparición de grietas al cabo de poco tiempo de uso, que además de dar un mal aspecto, son el comienzo de su destrucción y un camino de fuga para el calor. Existen dos motivos que causan este problema; por una parte el barro utilizado al secarse comienza a agrietarse por retracción, y por otro lado, la estructura en la que se apoya el barro sufre cambios volumétricos producto de los cambios de temperatura interna del horno.
Para evitar estos daños, ponemos especial cuidado en el diseño de la estructura de soporte y en todo el proceso constructivo, utilizando barro preparado en base a mezclas de arenas y arcillas seleccionadas que al secarse no generan grietas, obteniendo un material resistente y monolítico.
Pero lo que realmente marca la diferencia en nuestros hornos es su “Diseño Escultórico” que los hace ser una PIEZA UNICA, de un alto valor estético que garantiza su originalidad y exclusividad.
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